Concreto romano: El material que resiste el crecimiento del mar.

Desde hace 2 mil años los conocimientos y técnicas utilizadas por los constructores romanos, han dejado un impacto perdurable en la arquitectura y la ingeniería. Fueron pioneros en la creación de concreto duradero que resistió las embestidas del mar durante siglos.

La clave del concreto romano radica en su composición única, ya que se utilizó una mezcla de arena volcánica, cal y agua de mar, creando así una reacción química que fortalecía la estructura. Esta mezcla, conocida como «opus caementicium», era versátil y resistente a la corrosión.

Así mismo, emplearon técnicas innovadoras de construcción para enfrentar el desafío del aumento del nivel del mar, utilizando muelles y rompeolas para proteger sus estructuras y canalizar el flujo del agua. También diseñaron sistemas de drenaje eficientes que evitaban la acumulación de humedad en el concreto, lo que contribuyó a su longevidad.

El concreto romano ha resistido el paso del tiempo, con muchos ejemplos notables que aún se conservan, como el Coliseo de Roma y el Panteón, estructuras que son testimonio de su avanzada ingeniería y la capacidad para construir con materiales duraderos.

Hoy en día, seguimos aprendiendo de los logros de los antiguos romanos en la construcción de concreto resistente al aumento del mar, sus técnicas y conocimientos siguen siendo una inspiración para los ingenieros y arquitectos modernos.